Tormenta de Santa Rosa: ¿mito o realidad? ¿Qué dicen los datos?
Cada año, cerca del final de agosto, aumentan las expectativas por la llegada de lo que se conoce como “Tormenta de Santa Rosa”. Una tormenta que, según la creencia popular, también viene acompañada por una de las lluvias más intensas del año. Recibe ese nombre por ocurrir en fechas cercanas al 30 de agosto, día que coincide con la festividad de Santa Rosa de Lima.
¿Pero de dónde surge esta creencia? ¿Y por qué está tan presente en nuestros recuerdos y no es solo una tormenta más? Durante el invierno no suelen ocurrir tormentas dado que, para su desarrollo, se requieren ciertas condiciones atmosféricas y energéticas que son más propias de la primavera y el verano. A finales de agosto, comienza a aumentar la disponibilidad de energía lo que produce cambios en la circulación atmosférica que dan lugar a la aparición de las primeras tormentas luego de un largo período sin ellas.
Vale la pena aclarar que las tormentas no se observan en todo el país. Excepto en el este y centro argentino resulta muy difícil encontrar las condiciones para el desarrollo de actividad eléctrica.
Para poder determinar qué hay de cierto o no en esta creencia analizamos algunos datos y consideramos las definiciones meteorológicas. Según la OMM (Organización Meteorológica Mundial) una tormenta es la descarga brusca de electricidad atmosférica que se manifiesta por un breve resplandor y por un ruido seco. Explicado de forma más sencilla, se define como tormenta si tiene relámpago y trueno.
Considerando estas definiciones para realizar el análisis tomamos las tormentas que ocurrieron en la Ciudad de Buenos Aires entre el 25 de agosto y el 4 de septiembre durante el período 1906-2015. Siguiendo estos criterios, contamos los días consecutivos de tormentas y la cantidad total de agua caída en cada episodio. Los resultados muestran que durante 110 años de datos, el 54% de estos tuvieron “Tormenta de Santa Rosa”, pero no siempre asociadas a precipitaciones intensas y/o abundantes. Además, es de destacar que desde el año 1990 ha aumentado la frecuencia de este suceso. Solo en 1995. 2005, 2006, 2007 y 2013 no se observó el fenómeno.
Con estos datos estadísticos la Tormenta de Santa Rosa sigue siendo solo un mito. Sin embargo, el aumento de la intensidad y frecuencia de las tormentas en el este del país al finalizar el invierno podrían convertirlo en una realidad. Por el momento, nos acercamos al final de agosto y podemos consultar el pronóstico en www.smn.gov.ar para saber si este año se hará presente la mítica tormenta.
Si querés conocer mas sobre las la tormenta de Santa Rosa, enhttp://bit.ly/2blrk5v podes encontrar el informe completo elaborado por Servicios Climáticos
#TormentaSantaRosa
#SMN
Cada año, cerca del final de agosto, aumentan las expectativas por la llegada de lo que se conoce como “Tormenta de Santa Rosa”. Una tormenta que, según la creencia popular, también viene acompañada por una de las lluvias más intensas del año. Recibe ese nombre por ocurrir en fechas cercanas al 30 de agosto, día que coincide con la festividad de Santa Rosa de Lima.
¿Pero de dónde surge esta creencia? ¿Y por qué está tan presente en nuestros recuerdos y no es solo una tormenta más? Durante el invierno no suelen ocurrir tormentas dado que, para su desarrollo, se requieren ciertas condiciones atmosféricas y energéticas que son más propias de la primavera y el verano. A finales de agosto, comienza a aumentar la disponibilidad de energía lo que produce cambios en la circulación atmosférica que dan lugar a la aparición de las primeras tormentas luego de un largo período sin ellas.
Vale la pena aclarar que las tormentas no se observan en todo el país. Excepto en el este y centro argentino resulta muy difícil encontrar las condiciones para el desarrollo de actividad eléctrica.
Para poder determinar qué hay de cierto o no en esta creencia analizamos algunos datos y consideramos las definiciones meteorológicas. Según la OMM (Organización Meteorológica Mundial) una tormenta es la descarga brusca de electricidad atmosférica que se manifiesta por un breve resplandor y por un ruido seco. Explicado de forma más sencilla, se define como tormenta si tiene relámpago y trueno.
Considerando estas definiciones para realizar el análisis tomamos las tormentas que ocurrieron en la Ciudad de Buenos Aires entre el 25 de agosto y el 4 de septiembre durante el período 1906-2015. Siguiendo estos criterios, contamos los días consecutivos de tormentas y la cantidad total de agua caída en cada episodio. Los resultados muestran que durante 110 años de datos, el 54% de estos tuvieron “Tormenta de Santa Rosa”, pero no siempre asociadas a precipitaciones intensas y/o abundantes. Además, es de destacar que desde el año 1990 ha aumentado la frecuencia de este suceso. Solo en 1995. 2005, 2006, 2007 y 2013 no se observó el fenómeno.
Con estos datos estadísticos la Tormenta de Santa Rosa sigue siendo solo un mito. Sin embargo, el aumento de la intensidad y frecuencia de las tormentas en el este del país al finalizar el invierno podrían convertirlo en una realidad. Por el momento, nos acercamos al final de agosto y podemos consultar el pronóstico en www.smn.gov.ar para saber si este año se hará presente la mítica tormenta.
Si querés conocer mas sobre las la tormenta de Santa Rosa, enhttp://bit.ly/2blrk5v podes encontrar el informe completo elaborado por Servicios Climáticos
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