RADIOSONDEO DESDE LA BASE MARAMBIO
Nos comparten estas fotografías del lanzamiento de un globo con radiosonda (lanzado hoy 07.30 hs) desde el pabellón científico de la Base Marambio (Antártida).
Estos globos meteorológicos transportan las denominadas radiosondas en la atmósfera superior. Las radiosondas miden las condiciones atmosféricas, como la presión, la humedad relativa, la temperatura y la dirección y velocidad del viento y envían la información a una estación de observación en altitud en tierra firme a través de una radio.
La información recopilada permite realizar predicciones meteorológicas a largo plazo y vigilar los fenómenos atmosféricos, como el agotamiento de la capa de ozono.
¿Cómo funciona?
Un globo de caucho o de látex, que transporta esa radiosonda, se llena con helio o hidrógeno, gases más livianos que el aire. A medida que el globo se eleva, la presión de la atmósfera disminuye y el globo se hincha. En algún momento, en la atmósfera superior se reventará el globo, con lo cual la radiosonda caerá de nuevo en tierra firme. Si se recupera, se podrá rehabilitar y volver a usar.
En el caso de la Antártida, estos globos pueden alcanzar los 32 kilómetros de altura.
¡Muchas gracias a los operadores del SMN (Ricardo Sánchez, Jonathan Ferrara, Noemí Troche y a todo el equipo) por compartir con nosotros estas hermosas imágenes!
Nos comparten estas fotografías del lanzamiento de un globo con radiosonda (lanzado hoy 07.30 hs) desde el pabellón científico de la Base Marambio (Antártida).
Estos globos meteorológicos transportan las denominadas radiosondas en la atmósfera superior. Las radiosondas miden las condiciones atmosféricas, como la presión, la humedad relativa, la temperatura y la dirección y velocidad del viento y envían la información a una estación de observación en altitud en tierra firme a través de una radio.
La información recopilada permite realizar predicciones meteorológicas a largo plazo y vigilar los fenómenos atmosféricos, como el agotamiento de la capa de ozono.
¿Cómo funciona?
Un globo de caucho o de látex, que transporta esa radiosonda, se llena con helio o hidrógeno, gases más livianos que el aire. A medida que el globo se eleva, la presión de la atmósfera disminuye y el globo se hincha. En algún momento, en la atmósfera superior se reventará el globo, con lo cual la radiosonda caerá de nuevo en tierra firme. Si se recupera, se podrá rehabilitar y volver a usar.
En el caso de la Antártida, estos globos pueden alcanzar los 32 kilómetros de altura.
¡Muchas gracias a los operadores del SMN (Ricardo Sánchez, Jonathan Ferrara, Noemí Troche y a todo el equipo) por compartir con nosotros estas hermosas imágenes!
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