Los animales tienen sentidos muy desarrollados que les permiten conocer lo que va a pasar con el tiempo varias horas o días antes de que suceda.
Por ejemplo, las ranas croan en un volumen mas alto de lo habitual en señal de alerta cuando se acerca una tormenta fuerte.
Los buitres y otras aves planeadoras dan vueltas en círculos y a grandes alturas aprovechando las térmicas que ascienden por efecto del calentamiento matutino. Estas térmicas, combinadas con humedad superior al 60 %, son buenos indicadores de que se tendrán fuertes lluvias y tormentas eléctricas durante la tarde. Si las térmicas no son muy importantes, veremos a estas aves volar más bien bajo y sin realizar vuelos en círculos.
Otras aves pequeñas vuelan bajo cuando el tiempo va a cambiar a frío porque los vientos que acompañan a este cambio se manifiestan primero a cierta altura y dificultan su vuelo, por eso optan por descender y aproximarse al suelo.
Las hormigas pueden sentir los cambios de presión en la atmósfera, indicándoles que puede llover, por lo que buscan refugio en sus hormigueros.
Por supuesto, ni mas faltaba que el ser humano estuviese exento de notar algunos cambios en su metabolismo ante ciertos eventos atmosféricos. Algunas personas suelen convertirse en expertos meteorólogos cuando experimentan dolores articulares, musculares o de cabeza ante la presencia de altas presiones, o cuando se presentan cambios bruscos de temperatura y humedad del aire que pueden desembocar en lluvias fuertes o tormentas eléctricas.
#SMN
#meteodato
Por ejemplo, las ranas croan en un volumen mas alto de lo habitual en señal de alerta cuando se acerca una tormenta fuerte.
Los buitres y otras aves planeadoras dan vueltas en círculos y a grandes alturas aprovechando las térmicas que ascienden por efecto del calentamiento matutino. Estas térmicas, combinadas con humedad superior al 60 %, son buenos indicadores de que se tendrán fuertes lluvias y tormentas eléctricas durante la tarde. Si las térmicas no son muy importantes, veremos a estas aves volar más bien bajo y sin realizar vuelos en círculos.
Otras aves pequeñas vuelan bajo cuando el tiempo va a cambiar a frío porque los vientos que acompañan a este cambio se manifiestan primero a cierta altura y dificultan su vuelo, por eso optan por descender y aproximarse al suelo.
Las hormigas pueden sentir los cambios de presión en la atmósfera, indicándoles que puede llover, por lo que buscan refugio en sus hormigueros.
Por supuesto, ni mas faltaba que el ser humano estuviese exento de notar algunos cambios en su metabolismo ante ciertos eventos atmosféricos. Algunas personas suelen convertirse en expertos meteorólogos cuando experimentan dolores articulares, musculares o de cabeza ante la presencia de altas presiones, o cuando se presentan cambios bruscos de temperatura y humedad del aire que pueden desembocar en lluvias fuertes o tormentas eléctricas.
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